Apendizaje porcompetencia

Conceptos de aprendizaje por competencia

1.      Capacidad de aplicar conocimientos, destrezas y actitudes al desempeño de la ocupación de que se trate, incluyendo la capacidad de respuesta a problemas imprevistos, la autonomía, la flexibilidad, la colaboración con el entorno profesional y con la organización del trabajo.(Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional)

2.      Capacidad integral que tiene una persona para desempeñarse eficazmente en situaciones específicas de trabajo.(Agudelo, Santiago, Certificación de competencias laborales. Aplicación en Gastronomía, Montevideo, Cinterfor/OIT, 1998.)

3.      Un conjunto de propiedades en permanente modificación que deben ser sometidas a la prueba de la resolución de problemas concretos en situaciones de trabajo que entrañan ciertos márgenes de incertidumbre y complejidad técnica […] no provienen de la aplicación de un currículum […] sino de un ejercicio de aplicación de conocimientos en circunstancias críticas.(Gallart, M. Antonia; Jacinto, Claudia, “Competencias laborales: tema clave en la articulación educación trabajo”, en: Cuestiones actuales de la formación, Montevideo, Cinterfor/OIT, 1997.)

4.      "…aquellas cualidades personales que permiten predecir el desempeño excelente en un entorno cambiante que exige la multifuncionalidad. La capacidad de aprendizaje, el potencial en el sentido amplio, la flexibilidad y capacidad de adaptación son más importantes en este sentido que el conocimiento o la experiencia concreta en el manejo de un determinado lenguaje de programación o una herramienta informática específica.”(Muñoz de Priego Alvear, Julián, “Implantación de un sistema de selección por competencias”, Training and Development, Nº10, Madrid, 1998.)

5.      "Entiendo por competencia, el tomar iniciativa y responsabilizarse con éxito, tanto a nivel del individuo, como de un grupo, ante una situación profesional”.(Secretary´s Commission on Achieving Necessary Skills (SCANS), 1991.)

6.      Una construcción, a partir de una combinación de recursos (conocimientos, saber hacer, cualidades o aptitudes, y recursos del ambiente (relaciones, documentos, informaciones y otros) que son movilizados para lograr un desempeño.(Le Boterf, Guy, La ingeniería de las competencias, París, D´organisation, 1998.)

7.      De un modo genérico se suele entender que la competencia laboral comprende las actitudes, los conocimientos y las destrezas que permiten desarrollar exitosamente un conjunto integrado de funciones y tareas de acuerdo a criterios de desempeño considerados idóneos en el medio laboral. Se identifican en situaciones reales de trabajo y se las describe agrupando las tareas productivas en áreas de competencia (funciones más o menos permanentes), especificando para cada una de las tareas los criterios de realización a través de los cuales se puede evaluar su ejecución como competente.(Miranda, Martín. “Transformación de La Educación Media Técnico-Profesional” en Políticas Educacionales en el Cambio de Siglo. La Reforma del Sistema Escolar de Chile, Santiago de Chile, Universitaria, 2003 (Cristian Cox, editor).)

8.      Una competencia es el conjunto de comportamientos socio afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o tarea.(Nikole Kobinger. El sistema de formación profesional y técnica por competencias desarrollado en Quebec. En Arguelles Antonio (comp.)Noriega. México. 1996. Pp.245-264.)

9.      La competencia es concebida como en términos de comportamientos discretos asociados con la realización de tareas particulares. La tarea, se convierte en una competencia si, por ejemplo, un mecánico puede reemplazar una bomba de gasolina o un profesor presenta una lección en la que se le solicita poseer la competencia para sustiyuir la bomba de gasolina o presentar la lección…(el todo no es mayor que la suma de las partes).(Preston y walker, 1993. En Andrew Gonczi. Perspectivas internacionales sobre la educación basada en competencias. 1997.)

10.   … la competencia… se concentra en los atributos generales del profesional que son cruciales para un desempeño efectivo. Como un enfoque concentrado en subrayar los atributos, por ejemplo, conocimiento o capacidad de pensamiento crítico, que proporcionan la base para atributos transferibles o m{as específicos. Así, el atributo general de pensar críticamente es asumido y puede ser aplicado a muchas o a todas las situaciones. (McBer; 1978; Boyatzis 1982. En Andrew Gonczi. Perspectivas internacionales sobre la educación basada en competencias. 1997.)

11.   El enfoque de competencias… busca ligar los atributos generales con el contexto en el que los atributos serán empleados… contempla las complejas combinaciones de atributos (conocimientos, valores de las aptitudes y habilidades), que son usadas para entender y funcionar en la situación particular en la que se encuentran los profesionales. Es decir, la noción de competencia es relacional. Reúne cosas dispares –Habilidades de individuos (derivadas de combinaciones de atributos) y las tareas que necesitan ser realizadas en situaciones particulares. As{i, la competencia es concebida como un complejo estructurado de atributos requeridos para el desempeño inteligente en situaciones específicas. Incorpora la idea de juicio profesional.(Andrew Gonczi. Competency based assesment in the professions, en Australian Assesment in Education. Vol. 1, Num. 1. 1994)

12.   Son metas terminales y procesuales. Conjunto de comportamientos socio-afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o tarea. (UNESCO: 1999) (Laura Frade Rubio. El ABC de las competencias en Dirección General de bachillerato. México.)

13.   El concepto de competencia, tal y como se entiende en la educación, resulta de las nuevas teorías de cognición y básicamente significa de los saberes de ejecución. Puesto que todo conocer se traduce en un saber, entonces es posible decir que son recíprocos, competencia y saber: saber pensar, saber desempeñarse, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para la sociedad.(Dr. Francisco Nájera Ruiz,Mtro. Miguel Ángel García Aguilar. Trabajo presentado en el marco del COMIE. El desarrollo de competencias para el trabajo colaborativo)

14.   La competencia es un aprendizaje integrado por elementos de las esferas de lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal – valoral, que debe responder a una necesidad del entorno y evidenciarse con un criterio de calidad o eficiencia.(Frola. (2010) Maestros competentes a través de la planeación y la evaluación.Trillas.México.)

15.   Actualmente, las competencias se entienden como actuaciones integrales para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer. (Sergio T., Pimienta, J., y García Fraile, J.A. (2010). Secuencias didácticas: aprendizaje y evaluación de competencias. México: Pearson).


Aprendizaje por competencias

El aprendizaje por competencias, su incidencia en la Enseñanza Superior en el marco de la Convergencia Europea.
Las aulas ya no son uniformes, ni son monoculturales y ni sus estudiantes tienen la misma edad, pero a su vez todos estos cambios no han ido acompañados de transformaciones equivalentes en la enseñanza universitaria.
Las instituciones formales han dejado de ser los únicos focos y fuentes de formación, el aprendizaje puede producirse en cualquier lugar y momento de nuestra vida, pero al mismo tiempo, ha ido variando el concepto de educación, el aprendizaje de conocimientos deja de ser el objetivo único de la formación, y ante el avance de éstos es más importante “aprender a conocer” que adquirir conocimientos ya constituidos.
En consecuencia, para poder desenvolvernos en la vida no sólo son necesarios los conocimientos, debemos aprender a “saber estar con los demás y trabajar en equipo”, aprehender el sentido y valor de las cosas, en definitiva aprender a ser mejores personas, más cultas y felices. Ya el informe Delors (1996) se orientaba en esa línea cuando establece los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, a hacer, a convivir, vivir juntos y a ser.
Pensar el proceso de Enseñanza-Aprendizaje desde el aprendizaje del alumno, nos lleva a darnos cuenta de que esta dentro de nuestra función formar profesionales competentes, de la necesidad de cambiar una enseñanza transmisora por otra transformadora / activa, y algo muy importante, dada la cultura que reina entre el profesorado universitario, el que esta tarea no es la labor de cada profesor en particular sino que se trata de un proyecto formativo en el que están implicados los profesores de la titulación y de ese curso en particular.
El Aprendizaje por Competencias y la innovación docente.
Desde el tratado de Bolonia en 1999, las diversas Universidades españolas han iniciado una carrera de concienciación y formación en el profesorado para que la puesta en marcha definitiva de todas las reformas que implica el Espacio Europeo de Educación Superior, no les encuentre desprevenidos.
Es claro que todo proceso de reforma, que suponga nuevos modelos de acción, nuevas pautas culturales para las acciones, genera conflictos y no puede imponerse de arriba-abajo, nos referimos con el “abajo” los agentes implicados que viven y padecen estas reformas, y en los que es muy importante para el éxito de tales reformas que se sientan implicados y no solamente afectados.
Por estas razones se han iniciado en las distintas universidades españolas una serie de planes pilotos en sus Centros Universitarios de modo que en algunas titulaciones se implantan reformas que anticipan futuros cambios metodológicos. Así ha ocurrido en la Comunidad Autónoma Andaluza en la que han tenido lugar diversas convocatorias para que las titulaciones que así lo deseen realicen “Guías Docentes” de sus materias con objeto de que puedan experimentarse en el curso siguiente, recibiendo apoyo institucional.

Pues bien, el solo hecho de la elaboración de las Guías Docentes de las materias del currículum, tratando de ver nuestra materia a través de la posición de nuestros alumnos/as ha ido introduciendo elementos novedosos que vamos a ir destacando.
La incorporación de este concepto al aprendizaje universitario obedece a diversos motivos, uno de los cuales es aproximar la universidad al ámbito laboral y a la sociedad en general. En este sentido, el plantearnos las “Competencias” necesarias para el perfil profesional para el que formamos, implica que contrastemos los contenidos de nuestras materias con el quehacer profesional de los estudiantes, hecho que ha dado lugar al convencimiento por parte de los profesores, de que esa actividad profesional va más allá de los contenidos.
Otros motivos derivan del anterior como es proporcionar una enseñanza más practica y útil a los estudiantes, una formación con un sentido integral, utilizando procedimientos que permitan un aprendizaje significativo, potenciando competencias genéricas, comunes y propias de toda Formación Superior, no son sólo las específicas a la titulación.
En definitiva, el tener presente el perfil profesional en la formación universitaria, desplaza inevitablemente el contenido como punto de referencia por el aprendizaje o formación deseada lo que tiene repercusiones importantes, puesto que el principal criterio para diseñar los planes según este enfoque, es el conjunto de competencias que se pretende adquirir, a partir de las cuales se decidirá la metodología de aprendizaje más adecuada para adquirirlas y la selección de los contenidos necesarios.
Todos estos planteamientos suscitan una serie de cuestiones previas: ¿qué entendemos por competencia?, ¿Cómo se adquieren?, ¿Qué tiene que hacer la universidad para favorecer su adquisición?.

Las Competencias en la Formación universitaria:

aprendizaje por competencias.
Una primera aproximación podría ser: “el conjunto de conocimientos, actitudes y destrezas necesarias para desempeñar una ocupación dada”, queremos centrarnos en esta definición, heredera del concepto de McClelland (profesor de Psicología de Harvard) que es aparentemente sencilla pero que sintetiza algunas reflexiones y estudios complejos. En él observamos como el concepto de Competencia procede de la Psicología y se relaciona con el concepto de capacidad, ser capaz de realizar algo etc...
Si partimos de la definición enunciada, desde la perspectiva de la formación universitaria, se destaca la idea de que para realizar con éxito una función determinada, se requieren conocimientos, actitudes y destrezas, lo cual ya cuestiona ideas muy difundidas en el ámbito universitario como son que una formación basada únicamente en conocimientos pude proporcionar una practica adecuada en un campo complejo, o que las actitudes no son objeto de la formación universitaria si no de tramos educativos anteriores o que las habilidades o capacidades están más relacionadas con las aptitudes personales que con el aprendizaje.

Según Le Boterf (2001) experto en Ingeniería y Recursos Humanos, Competencia es la capacidad de movilizar y aplicar correctamente en un entorno laboral determinado recursos propios (habilidades, conocimientos y actitudes) y recursos del entorno para producir un resultado definido. Según esta definición la Competencia implica capacidad propia (habilidades) pero incluye la capacidad de movilizarla, además de movilizar los recursos del entorno, lo que supone una adaptación a cada situación, dotando al concepto de más complejidad.
Desde una perspectiva semejante, Rey (1996) Director del Servicio de CC de la Educación de la Universidad Libre de Bruselas, define las Competencias como la capacidad de generar aplicaciones o soluciones adaptadas a la situación, movilizando los propios recursos y regulando el proceso hasta lograr la meta pretendida.  Es importante destacar que este autor distingue entre competencias como conductas: “capacidad de cumplir una tarea determinada” y la competencia como función: “sistema de conocimientos conceptuales y procedimentales organizados como esquemas operacionales que permiten frente a una familia de situaciones, la identificación de un problema y su resolución mediante una acción eficaz”.

En consecuencia podríamos considerar que una competencia incluye:

1º) una serie de características personales,

2º) una caracterización de funciones y tareas en las que se pondrán en acción esas cualidades

3º) una serie de condiciones de realización.

Así, la persona competente se conoce a sí misma, conoce las funciones que tiene que cumplir y las condiciones en las que debe hacerlo, en cada caso, regulando el proceso de cumplimiento de las funciones.
Según Echevarría (2001) la competencia discrimina el saber necesario para afrontar determinadas situaciones y el ser capaz de enfrentarse a las mismas. El primero esta relacionado con la cualificación personal pero el aprovechamiento de ésta depende del entorno estructural donde pueda desarrollarla y de los ámbitos institucionales de la formación. En este sentido posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para ejercer su propia actividad laboral, resuelve los problemas de forma autónoma y creativa y está capacitado para colaborar con su entorno laboral y en la organización del trabajo” (Echevarría, 2001.p.44)

Como podemos apreciar todas estas definiciones cuestionan la formación universitaria actual, pues si asumimos un enfoque competencial, además de diseñar acciones curriculares que promuevan el conocimiento, el desarrollo de actitudes y habilidades, será necesario acercar al estudiante a contextos próximos, a aquellos que posteriormente serán sus ámbitos de actuación profesional y social y utilizar una metodología que facilite el aprendizaje de practicas en las que tenga que movilizar sus recursos para generarlas.
Nos movemos en un trabajo colaborativo de los profesores que deben seleccionar y consensuar qué competencias se van trabajar en función del nivel y carencias de los alumnos. Esas competencias generales se trabajaran en cada una de las materias en función de sus características, lo mismo ocurrirá con las competencias específicas seleccionadas de acuerdo con el perfil de la titulación.

Por otro lado, el trabajo por competencias no puede desarrollarse a través de la mera transmisión de conocimientos, el profesorado deberá generar situaciones que permitan a los estudiantes reflexionar con ellos y entre los propios estudiantes sobre aspectos y materiales importantes para su desarrollo profesional.
Echevarría (2001) autor ya citado afirma que la competencia de acción profesional se compone de 4 tipos de competencias básicas: técnica (saber) metodológica (saber hacer), participativa (saber estar) y personal (ser) (nótese el paralelismo con los 4 pilares de la educación de Delors). Así, la competencia profesional incluye conocimientos especializados que permiten dominar como experto los contenidos y tareas propias de cada ámbito profesional: saber aplicar los conocimientos a situaciones laborales concretas, utilizando procedimientos adecuados, solucionando problemas de forma autónoma y transfiriendo las experiencias a situaciones novedosas, estar predispuesto a la comunicación y colaboración con los demás, tener un autoconcepto ajustado, seguir las propias convicciones, asumir responsabilidades, toma de decisiones y relativizar las frustraciones.

A modo de conclusión

La incorporación de diseños curriculares centrados en competencias en la formación universitaria supone transformaciones innovadoras en el proceso enseñanza-aprendizaje, y el destierro viejas concepciones erróneas como aquella tan difundida de que el conocimiento exhaustivo de un área proporciona la competencia necesaria para cualquier practica en la que entra en juego dicho conocimiento.
Por otro lado, en el aprendizaje por competencias, un cambio importante a introducir es la concepción de la formación universitaria como un proyecto en el que está implicado todo el profesorado. Así, partiendo de las competencias generales y específicas del proyecto Tuning (González y Wagenaar, 2003) es el profesorado conjuntamente, el que deberá elegir que competencias se van a trabajar con los estudiantes de esa titulación y ese curso en particular.

Otro paso, consistirá en garantizar el trabajo intencional de las competencias seleccionadas, en cuanto responden al perfil académico profesional y al nivel, con actuaciones identificables. Además, estas competencias deberán ser definidas de forma comprensible por todos los implicados.
En cuanto a la metodología, es imprescindible por las propias características de las competencias ya definidas, promover el aprendizaje activo y el acercamiento a la realidad profesional que permita el desarrollo de las mismas.
Por último, es necesario utilizar procedimientos de evaluación válidos que evalúen lo que quieren y pretenden evaluar, en este caso competencias y no conocimientos.
En conclusión, la transformación de planes de estudio en proyectos de formación exige una planificación que supone explicitar los objetivos, poner de manifiesto la organización modular que permita la adquisición de dichos objetivos, incluyendo actuaciones interdisciplinares, en forma de practicas, seminarios, debates, además de seleccionar metodologías que respondan al conjunto de objetivos, escoger contenidos en consonancia con tales objetivos/competencias y preparar un plan de evaluación de los procesos y resultados garantizando a través del diseño, el rigor de la evaluación.

Todos estos elementos enunciados constituyen cambios importantes en la enseñanza universitaria, por lo que el profesorado se encuentra inmerso en experiencias a pequeño nivel y en ocasiones sin saber a cierta lo oportuno de los cambios que introduce, de ahí la importancias de que estos cambios y sus resultados sean comunicados y contrastados con los colegas de otras universidades, razón por lo que está resultando de gran utilidad la formación de redes para debatir restas innovaciones.
Aprendizaje por competencias

“La escuela del futuro enseña a pensar, enseña a saber pensar, enseña a saber hacer y a saber convivir, que se resume en saber ser”, según Jacques Delors.
Para empezar es necesario precisar qué es una competencia desde el punto de vista pedagógico. Existen dos enfoques semánticos: en primer lugar, la competencia asociada con la educación para la eficacia y las demandas del mercado, en donde el saber-hacer que se reclama debe entronizarse con la economía mundial, hacia la globalización y los modelos neoliberales; y en segundo lugar, la competencia asociada con la educación integral y la formación de sujetos críticos, en donde el saber-hacer se vincula a los contextos socio-culturales, el sentido ético-humanístico y la cualificación de las condiciones de vida. Nos adherimos a la segunda.
El problema central de la educación es el modelo educativo, caracterizado por el academicismo –que gira sobre los contenidos-, y la fragmentación -dispersión en un sinnúmero de áreas y materias que no integran al conocimiento con la vida-.
Las competencias se definen como saber-hacer en contexto; es decir, ser competente es saber-hacer las cosas y saber-actuar con las personas. Este saber-hacer y saber-actuar se realiza comprendiendo cómo se actúa, asumiendo de manera responsable las implicaciones y consecuencias, y transformando los contextos a favor del bienestar humano.
Existe según Gagné, pedagogo francés, dos tipos de conocimiento: declarativo: implica conciencia e intencionalidad, y procedimental: es el saber-hacer que, en ocasiones, requiere de la conciencia, y en otros no. Esta separación del conocimiento es teórica, porque el conocimiento declarativo se elabora a partir de la integración del sujeto con el mundo. La competencia, en este sentido, se concibe como un conocimiento integrado.
¿Y cuáles son las competencias básicas? Son aquellos patrones de comportamiento que los seres humanos necesitamos para poder subsistir y actuar con éxito en cualquier escenario de la vida. Las competencias básicas pueden considerarse como las constituyentes centrales del perfil del estudiante.
En síntesis, el desarrollo de las competencias cognitivas básicas es una estrategia para mejorar la calidad de los aprendizajes. El potencial del aprendizaje es la capacidad que tienen las personas para pensar y desarrollar conductas inteligentes.
El estudio y aplicación de las competencias pedagógicas han llegado al Ecuador. Es tiempo de reformar la educación, y la primera estrategia es preparar nuevos profesores centrados en las competencias.

Aprendizaje por competencias,

El aprendizaje por competencias es aprender a aprender, no de una forma enciclopédica, ya que esto en la realidad no funciona, en la acutalidad es necesario estar conciente de lo que se aprende, y deshechar los conocimientos que no nos sirven, ésto da como consecuencia ser competente para… realizar cualquier tipo de actividad específica, para lograr todo aquello para lo que se aprende.

En la actualidad la educación se sitúa en el aprendizaje, en las posibilidades que tienen los sujetos para aprender, en todo aquello que va a comprender el sujeto, todo lo que le puede servir para la vida diaria, el tener utilidad del aprendizaje.

Las Competencias básicas, es todo aquello que aprendemos en lo general, y por medio del cual podemos realizar otras actividades, como comer, leer, escribir, sumar, pensar, etc., y que nos servirán por ejemplo para cursar nuestra educación preescolar y básica.

Las Competencias específicas, son todos aquellos conocimientos que adquirimos y que se van a enfocar en una actividad determinada y específica, por ejemplo para ser un doctor, este nivel se da cuando ya se adquiere un cierto grado de madurez.

Es necesario aprender a aprender, aprender a ser, aprender a hacer, aprender a convivir, por todos los medios es necesario tener un conocimiento que nos pueda servir para todos los ámbitos prácticos de la vida y no solamente aprender de una forma metódica o conceptual, ahora se debe aprender en forma actitudinal.

¿Qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?

La perspectiva conductista.

Esta concepción de aprendizaje puede requerirse en la formación por competencias, dependiendo de la competencias que se pretenda desarrollar, en ocasiones es necesario que el memorice ciertos conocimientos como fundamento para poder después construir la competencia.

Teoría del procesamiento de la información.

Esta teoría de aprendizaje puede ser congruente con el enfoque por competencias ya que las sensaciones y percepciones se toman del medio ambiente y no todas las consideramos estímulos para responder, eso dependerá de cada estudiante. Me parecen interesantes los dos tipos de memoria que maneja la teoría de corto y largo plazo.

Aprendizaje por descubrimiento.

Esta teoría del aprendizaje puede relacionarse con la con las competencias, ya que el estudiante aplica y transfiere los conocimientos a diversas situaciones, son aprendizajes prácticos y contextualizados.

Aprendizaje significativo.

Puede relacionarse con el enfoque por competencias ya que los aprendizajes tienen una funcionalidad para los estudiantes, es decir les son útiles para realizar alguna actividad. Más aún cuando se trata de competencias laborales. Se resuelve la eterna pregunta del estudiante: ¿para que me va a servir esto?

Psicología cognitivista.

Considera al aprendiz como un sujeto emocional, relaciona en aprendizaje con emociones tales como miedo, motivación, desafío. Estable condiciones internas del individuo para aprender. Para que un alumno pueda desarrollar competencias, debe estar motivado, sentir que puede desarrollarla y aún más, aplicarla cuando sea necesario. No podemos dejar de relacionar el aprendizaje por competencias con el aspecto emocional del estudiante.

Constructivismo.

Esta concepción del aprendizaje, se relaciona mucho con el enfoque por competencias, estas implican precisamente la interacción con el medio que rodea al aprendiz, es aquí donde tendrá que aplicar la competencia adquirida.

Socio-constructivismo.

Esta concepción de aprendizaje es muy adecuada para la adquisición de las competencias, ya que el alumno aprende a trabajar colaborativamente como lo hará en la sociedad o en su trabajo.

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